ARGENTINOS QUE MEJORARON LA MEDICINA DEL MUNDO

Eduardo Rodas

Periodista científico

20 de abril 2022

PRESENTACION DEL LIBRO "ARGENTINOS QUE MEJORARON LA MEDICINA DEL MUNDO"

El 9 de abril de 2022 la Academia Nacional de Medicina cumplió sus primeros 200 años. El decreto de su fundación data del 9 de abril de 1822 y su artífice fue Bernardino Rivadavia quien entonces era Ministro de Gobierno de Martín Rodríguez.

Aula Magna
Academia Nacional de Medicina
En el marco de los actos celebratorios del Bicentenario de su fundación, el martes 12 abril se llevó a cabo en el Aula Magna de la Academia Nacional de Medicina la presentación del libro realizado por su Presidente, el Académico Antonio Raúl de los Santos y colaboradores, titulado "Argentinos que mejoraron la Medicina del Mundo".

El acto se realizó en la tradicional sede de la Academia Nacional de Medicina ubicada en la Av. Las Heras y la Av. Coronel Díaz de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a las 18.30 hs.

Comenzó con una puntualidad horaria digna de los grandes eventos y duró exactamente una hora, entonándose al inicio por todos los presentes el Himno Nacional.

Académico Antonio Raúl de los Santos
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Dr. Antonio Raúl de los Santos y fue seguido por la presentación y el comentario crítico del libro a cargo del Dr. José Claudio Escribano.

El lleno total del Aula Magna con la presencia de más de 500 invitados tuvo momentos de alta emoción como fue la presentación entre los presentes del Dr. Juan Carlos Parodi, quien recibió una ovación de parte de todos sus colegas.

Otro momento de gran emoción fue cuando el Dr. José Claudio Escribano conectó a la audiencia con una experiencia personal al decir: "No sin emoción recuerdo a los padres de un rubiecito de diez años a quien preparaban, a comienzos de 1948, para la amputación inminente de una de sus piernas. Médicos de confianza de la familia habían desfilado ante su lecho sin otra indicación importante que la de suministrarle sulfamida en vasta cantidad. Procuraban conjurar así la grave infección en una de las rodillas. Desde hacía veinte días la pierna del chico había quedado por la infección rígida en ángulo de casi 90 grados y los viejos médicos llamados en consulta habían concluido, al cabo de las casi tres semanas, que era hora de una cirugía radical.

Dr. José Claudio Escribano

Por fortuna, a último momento entró en escena un traumatólogo de no más de treinta años de edad: efectuó sucesivas punciones en la zona afectada y realizó, a continuación, lo que sería una de las primeras aplicaciones intraarticulares de penicilina en el país. La evolución favorable del paciente fue casi inmediata. La apelación al recurso de la sulfamida había sido efectiva para infinidad de casos según la experiencia de generaciones de profesionales, pero desde tiempo antes del episodio descripto la penicilina, manifiestamente más apropiada para el caso, estaba a disposición de la ciencia médica en la Argentina. ¿Otra vez, acaso, “la rutina y el agotamiento intelectual”?

Aquel chico de diez años, después de andar con sus dos piernas por una larga vida, agradece esta noche a los señores académicos el honor de haber sido invitado a exponer su pensamiento en esta casa que tanto respeta. Que la respeta por lo que han sido y son los grandes maestros de la medicina argentina. Por su vocación humanitaria y por las ejemplares trayectorias personales en que se reflejan no solo los logros propios, sino también los de sus colaboradores, hombres y mujeres que prosperaron en universidades nacionales y del exterior con el común denominador de saber adaptarse al trabajo en equipo." Un fuerte y cerrado aplauso recibieron estas palabras de agradecimiento a toda la comunidad médica de Argentina.

En otro pasaje del comentario del libro por parte del Dr. José Claudio Escribano escuchamos: "Las catorce personalidades de estas epopeyas científicas representan un perfecto corte vertical de la sociedad argentina del siglo XX. Pero la de la Argentina dinámica en su desarrollo. La de la Argentina asistida por la certeza de que es indispensable procurar la movilidad social para quienes perseveren en el estudio y el esfuerzo personal. La de la Argentina fundada en el precepto de igualdad de oportunidades para todos y en la noción de que para garantizar esa igualdad el punto de partida está en impartir a la población una educación pública de primer orden desde la más temprana edad."

El prólogo póstumo del libro a cargo de Federico Pérgola finaliza con una cita de Bonorino Udaondo quien el 21 de junio de 1931 dijo en las exequias de Eliseo Cantón: "Toda vida es breve para los que hacen el bien".

Luego de la introducción del Dr. de los Santos se desarrollan los 14 Capítulos de los profesionales de la salud que mejoraron la medicina del mundo. Son los que se detallan a continuación.

Luis Agote y la transfusión de sangre (1868 - 1954)

Enrique Finochietto y el separador intercostal a cremallera (1881 - 1948)

Bernardo Alberto Houssay el científico de mayor envergadura que ha producido nuestro país (1887 - 1964)

Eduardo Braun Menéndez la hipertensión, la angiotensina y mucho más ... (1903 - 1959)

Rebeca Gerschman y la toxicidad del oxígeno (1903 - 1959)

Luis Federico Leloir y su legado a la ciencia universal (1906 - 1987)

Eduardo De Robertis y la moderna biología celular (1913 - 1988)

Mauricio Bernardo Rosenbaum desde la observación de un electrocardiograma a la concepción de la trifascicularidad del sistema de conducción (1921 - 2003)

René G. Favaloro y la cirugía de la enfermedad coronaria (1923 - 2000)

César Milstein y los anticuerpos monoclonales (1927 - 2002)

Miguel Angel Ondetti y el Diseño Racional de Medicamentos (1930 - 2004)

Adolfo José de Bold y la función endócrina del corazón (1942 - 2021)

Juan Carlos Parodi y la endoprótesis aórtica (1942)

Julio César Palmaz y el stent coronario (1945)

La publicación termina con la Reflexiones finales y seguramente es un gran aporte a la literatura de la  medicina argentina y mundial.

De fácil y amable lectura se convertirá en imprescindible para los alumnos de pregrado, grado y posgrado de todos aquellos que estén vinculados con el ámbito de la salud y para todos quienes estén interesados respecto a cómo los aportes científicos y humanitarios pueden mejorar nuestra calidad de vida. 








Comentarios

  1. Un orgullo mil gracias,personas como uds nos llenan de orgullo eternamente agradecidos

    ResponderBorrar

Publicar un comentario


Por favor firme su comentario.
Muchas gracias.

Entradas más populares de este blog

Villa Urquiza en 1967

¿Qué es el Ikigai?

Una propuesta: Día de la Informática Médica en Argentina