¿Tierras raras: a dónde van y de dónde vienen?
¿TIERRAS RARAS: A DONDE VAN Y DE DONDE VIENEN?
Tesoro oculto que mueve al mundo moderno
En el corazón de la tecnología
que define el siglo XXI, desde los teléfonos inteligentes hasta los vehículos
eléctricos, se encuentra un grupo de elementos poco conocidos pero esenciales:
las Tierras raras. Estos 17 elementos químicos, que incluyen nombres como
lantano, neodimio y disprosio, son la base de industrias clave, pero su
extracción, suministro y control geopolítico están generando debates y
tensiones a nivel global.
Son esenciales para la
fabricación de tecnologías avanzadas: teléfonos móviles, baterías de vehículos
eléctricos, turbinas eólicas, equipos médicos, sistemas de defensa, etc. Su
impacto económico es significativo y multifacético.
Sin Tierras raras, sectores
como la tecnología (Apple, Tesla), energías limpias y defensa (misiles,
radares) colapsarían. Por ejemplo, un solo motor de vehículo eléctrico puede
requerir hasta 1 kg de neodimio. Esto las convierte en un recurso estratégico,
casi como el petróleo del siglo XXI.

¿Cuáles son las Tierras raras?
Dos elementos químicos como el
Hidrógeno (H) y el Oxígeno (O) alcanzan para formar el agua. En total hay 118
elementos químicos conocidos y 17 de ellos son los que componen las Tierras
raras.
Los 17 elementos químicos que
componen las Tierras raras son los siguientes:
Escandio (Sc), Itrio (Y), Lantano
(La), Cerio (Ce), Praseodimio (Pr), Neodimio (Nd), Prometio (Pm), Samario (Sm),
Europio (Eu), Gadolinio (Gd), Terbio (Tb), Disprosio (Dy), Holmio (Ho), Erbio
(Er), Tulio (Tm), Iterbio (Yb) y Lutecio (Lu).
¿A dónde van?
La importancia de las Tierras
raras depende del contexto, pero en términos de uso industrial, tecnológico y
económico, algunos productos se destacan por su demanda y aplicaciones críticas
en la vida moderna. Aquí están los más importantes, junto con las razones:
Neodimio (Nd)
Es esencial para fabricar
imanes permanentes de alta potencia (imanes de neodimio-hierro-boro), usados en motores de vehículos eléctricos, turbinas eólicas, discos duros y
auriculares. Su demanda ha crecido exponencialmente con la transición
energética. Es uno de los más buscados y su suministro es un cuello de botella
estratégica.
Disprosio (Dy)
Se agrega a los imanes de
neodimio para mejorar su resistencia a altas temperaturas, cruciales en motores
eléctricos y generadores. Aunque se usa en pequeñas cantidades, su escasez lo
hace crítico. China domina su producción, y su precio puede ser volátil.
Cerio (Ce)
Es el más abundante de las
tierras raras y se usa ampliamente en catalizadores (como en convertidores
catalíticos de automóviles), pulido de vidrio y aleaciones metálicas. Representa
una gran parte del volumen total extraído, lo que lo hace económicamente
relevante.
Lantano (La)
Se emplea en baterías
recargables (como las de níquel-metal hidruro en híbridos), lentes ópticas y
catalizadores para refinerías de petróleo. Comparte aplicaciones con el cerio y
es clave en la industria energética.
Praseodimio (Pr)
Similar al neodimio, se usa en
imanes de alto rendimiento y también en aleaciones para motores de aviones. Su
demanda está aumentando junto con la del neodimio. A menudo se extrae junto con
el neodimio, lo que lo vincula a la misma cadena de suministro.
Terbio (Tb)
Se utiliza en fósforos para
pantallas y lámparas fluorescentes, así como en imanes avanzados. Su capacidad
para emitir luz verde lo hace valioso en tecnologías visuales. Es escaso y
costoso, lo que limita su uso masivo.
Europio (UE)
Es fundamental en fósforos rojos para televisores, pantallas LED y lámparas. También tiene aplicaciones en reactores nucleares. Su rareza y especificidad lo convierten en un elemento de nicho pero crítico.
¿Por qué estos son los más
importantes?
Por la demanda tecnológica:
Neodimio, disprosio y praseodimio lideran por su rol en la electrificación y
energías renovables, áreas de crecimiento explosivo.
La importancia también está influenciada por la dependencia de China y los esfuerzos por diversificar fuentes, lo que pone a neodimio y disprosio en el centro de las tensiones geopolíticas.
Por su volumen y versatilidad: Cerio
y lantano son clave por su abundancia relativa y uso en industrias establecidas
como la automotriz y la óptica.
Por su uso especializado:
Terbio y europio brillan en aplicaciones de alta tecnología visual y
energética, aunque en menor escala.
Otros elementos, como el itrio
(usado en cerámicas y superconductores) o el gadolinio (en resonancias
magnéticas), son importantes en nichos específicos.
¿De dónde vienen?
A pesar de su nombre, las Tierras raras no son particularmente escasas en la corteza terrestre. Sin embargo, su extracción es compleja y costosa debido a que rara vez se encuentran en depósitos concentrados. Estos elementos poseen propiedades únicas, como alta conductividad y el magnetismo, que los hacen indispensables para fabricar elementos tecnológicos estratégicos.
En 2023, el mercado global de tierras raras estaba valorado en unos 5.600 millones de dólares, y se espera que crezca a más de 10.000 millones para 2030, según proyecciones de firmas como Statista o Grand View Research.
Los
países que producen las Tierras raras en mayor cantidad, según los datos de ese
año son los siguientes:
China: Es el líder indiscutible, con una
producción de aproximadamente 240.000 toneladas métricas de óxidos de Tierras
raras, lo que representa cerca del 70% del total mundial. China no solo domina
la extracción, sino también el procesamiento, controlando más del 85% de esta
etapa clave, lo que le da una posición dominante. Esto genera vulnerabilidad
económica para otros países, como EE.UU. o la Unión Europea, que depende de
importaciones. Por ejemplo, en 2010, cuando China restringió las exportaciones,
los precios del neodimio subieron más del 400% en meses, afectando industrias
globales.
Estados
Unidos: En
segundo lugar, produjo unas 43.000 toneladas métricas, principalmente desde la
mina Mountain Pass en California. Su producción ha crecido en los últimos años
como parte de un esfuerzo por reducir la dependencia de China.
Myanmar: Con unas 23.000 toneladas métricas, este
país ha surgido como un productor relevante, especialmente de Tierras raras
pesadas, muchas de las cuales se exportan a China. Su producción ha aumentado
significativamente en la última década.
Australia: Produjo alrededor de 18,000 toneladas
métricas, liderada por la mina Mount Weld de Lynas Corporation. Australia busca
expandir su rol como proveedor alternativo a China, con planes para aumentar la
producción en 2025.
Tailandia: Con unas 8.000 toneladas métricas, ha
duplicado su producción en pocos años, aunque sus reservas totales no están
bien documentadas. Es un actor emergente en el mercado.
Madagascar: Alrededor de 5.000 toneladas métricas,
con un crecimiento impulsado por nuevos proyectos.
India: Cerca de 3.000 toneladas métricas, a
pesar de tener reservas significativas, su producción sigue siendo limitada
respecto a su potencial.
Estos
datos reflejan la concentración de la producción en unas pocas naciones, con
China a la cabeza por un margen enorme. Sin embargo, países como Vietnam (22
millones de toneladas en reservas) y Brasil (21 millones) tienen un potencial
enorme, aunque su producción actual es mínima (Vietnam con menos de 1.000
toneladas y Brasil casi inexistente en términos comerciales). La tendencia para
2025 sugiere que EE.UU. y Australia podría aumentar su cuota, mientras China
mantiene su dominio, ajustando cuotas para controlar el mercado global.
El desafío ambiental y
tecnológico
Extraer y refinar Tierras raras es un proceso sucio.
Los métodos tradicionales requieren grandes cantidades de químicos tóxicos y producen desechos radiactivos, como el torio. Como respuesta, empresas y gobiernos están invirtiendo en tecnologías más limpias y en el reciclaje de estos elementos a partir de dispositivos de electrónicos desechados. Sin embargo, el reciclaje aún representa menos del 5% del suministro global, lo que subraya la necesidad de innovación.
Futuro y presente de las Tierras raras
La transición hacia energías
renovables y la digitalización han disparado la demanda de estos elementos y son
un recurso estratégico. Las Tierras raras no solo son un pilar de la tecnología
moderna, sino también un tablero de ajedrez geopolítico. Su control determinará
quién liderará la revolución tecnológica y energética en las próximas décadas.
Mientras tanto, el desafío es claro: encontrar un equilibrio entre la demanda
insaciable del mundo, la sostenibilidad ambiental y la estabilidad global.
Por ahora, estos elementos
siguen siendo un tesoro oculto bajo la superficie, tanto literal como
figurativamente, que continuará dando forma al futuro de la humanidad.
Las Tierras raras están en
forma abundante en la corteza terrestre. Son muy difíciles de procesar y su
extracción es contaminante. Y están en todos los aparatos electrónicos que ves
a tu alrededor.
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