¿Tierras raras: a dónde van y de dónde vienen?

¿TIERRAS RARAS: A DONDE VAN Y DE DONDE VIENEN?

 Tesoro oculto que mueve al mundo moderno

 por Eduardo Rodas - 24 de marzo de 2025 -

Médico y Periodista Científico


En el corazón de la tecnología que define el siglo XXI, desde los teléfonos inteligentes hasta los vehículos eléctricos, se encuentra un grupo de elementos poco conocidos pero esenciales: las Tierras raras. Estos 17 elementos químicos, que incluyen nombres como lantano, neodimio y disprosio, son la base de industrias clave, pero su extracción, suministro y control geopolítico están generando debates y tensiones a nivel global.

Son esenciales para la fabricación de tecnologías avanzadas: teléfonos móviles, baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas, equipos médicos, sistemas de defensa, etc. Su impacto económico es significativo y multifacético.

Sin Tierras raras, sectores como la tecnología (Apple, Tesla), energías limpias y defensa (misiles, radares) colapsarían. Por ejemplo, un solo motor de vehículo eléctrico puede requerir hasta 1 kg de neodimio. Esto las convierte en un recurso estratégico, casi como el petróleo del siglo XXI.

¿Cuáles son las Tierras raras?

Dos elementos químicos como el Hidrógeno (H) y el Oxígeno (O) alcanzan para formar el agua. En total hay 118 elementos químicos conocidos y 17 de ellos son los que componen las Tierras raras.

Los 17 elementos químicos que componen las Tierras raras son los siguientes:

Escandio (Sc), Itrio (Y), Lantano (La), Cerio (Ce), Praseodimio (Pr), Neodimio (Nd), Prometio (Pm), Samario (Sm), Europio (Eu), Gadolinio (Gd), Terbio (Tb), Disprosio (Dy), Holmio (Ho), Erbio (Er), Tulio (Tm), Iterbio (Yb) y Lutecio (Lu).

¿A dónde van?

La importancia de las Tierras raras depende del contexto, pero en términos de uso industrial, tecnológico y económico, algunos productos se destacan por su demanda y aplicaciones críticas en la vida moderna. Aquí están los más importantes, junto con las razones:

Neodimio (Nd)

Es esencial para fabricar imanes permanentes de alta potencia (imanes de neodimio-hierro-boro), usados ​​en motores de vehículos eléctricos, turbinas eólicas, discos duros y auriculares. Su demanda ha crecido exponencialmente con la transición energética. Es uno de los más buscados y su suministro es un cuello de botella estratégica.

Disprosio (Dy)

Se agrega a los imanes de neodimio para mejorar su resistencia a altas temperaturas, cruciales en motores eléctricos y generadores. Aunque se usa en pequeñas cantidades, su escasez lo hace crítico. China domina su producción, y su precio puede ser volátil.

Cerio (Ce)

Es el más abundante de las tierras raras y se usa ampliamente en catalizadores (como en convertidores catalíticos de automóviles), pulido de vidrio y aleaciones metálicas. Representa una gran parte del volumen total extraído, lo que lo hace económicamente relevante.

Lantano (La)

Se emplea en baterías recargables (como las de níquel-metal hidruro en híbridos), lentes ópticas y catalizadores para refinerías de petróleo. Comparte aplicaciones con el cerio y es clave en la industria energética.

Praseodimio (Pr)

Similar al neodimio, se usa en imanes de alto rendimiento y también en aleaciones para motores de aviones. Su demanda está aumentando junto con la del neodimio. A menudo se extrae junto con el neodimio, lo que lo vincula a la misma cadena de suministro.

Terbio (Tb)

Se utiliza en fósforos para pantallas y lámparas fluorescentes, así como en imanes avanzados. Su capacidad para emitir luz verde lo hace valioso en tecnologías visuales. Es escaso y costoso, lo que limita su uso masivo.

Europio (UE)

Es fundamental en fósforos rojos para televisores, pantallas LED y lámparas. También tiene aplicaciones en reactores nucleares. Su rareza y especificidad lo convierten en un elemento de nicho pero crítico.


¿Por qué estos son los más importantes?

Por la demanda tecnológica: Neodimio, disprosio y praseodimio lideran por su rol en la electrificación y energías renovables, áreas de crecimiento explosivo.

La importancia también está influenciada por la dependencia de China y los esfuerzos por diversificar fuentes, lo que pone a neodimio y disprosio en el centro de las tensiones geopolíticas.

Por su volumen y versatilidad: Cerio y lantano son clave por su abundancia relativa y uso en industrias establecidas como la automotriz y la óptica.

Por su uso especializado: Terbio y europio brillan en aplicaciones de alta tecnología visual y energética, aunque en menor escala.

Otros elementos, como el itrio (usado en cerámicas y superconductores) o el gadolinio (en resonancias magnéticas), son importantes en nichos específicos.

 

¿De dónde vienen?

A pesar de su nombre, las Tierras raras no son particularmente escasas en la corteza terrestre. Sin embargo, su extracción es compleja y costosa debido a que rara vez se encuentran en depósitos concentrados. Estos elementos poseen propiedades únicas, como alta conductividad y el magnetismo, que los hacen indispensables para fabricar elementos tecnológicos estratégicos.

En 2023, el mercado global de tierras raras estaba valorado en unos 5.600 millones de dólares, y se espera que crezca a más de 10.000 millones para 2030, según proyecciones de firmas como Statista o Grand View Research.

Los países que producen las Tierras raras en mayor cantidad, según los datos de ese año son los siguientes:

China: Es el líder indiscutible, con una producción de aproximadamente 240.000 toneladas métricas de óxidos de Tierras raras, lo que representa cerca del 70% del total mundial. China no solo domina la extracción, sino también el procesamiento, controlando más del 85% de esta etapa clave, lo que le da una posición dominante. Esto genera vulnerabilidad económica para otros países, como EE.UU. o la Unión Europea, que depende de importaciones. Por ejemplo, en 2010, cuando China restringió las exportaciones, los precios del neodimio subieron más del 400% en meses, afectando industrias globales.

Estados Unidos: En segundo lugar, produjo unas 43.000 toneladas métricas, principalmente desde la mina Mountain Pass en California. Su producción ha crecido en los últimos años como parte de un esfuerzo por reducir la dependencia de China.

Myanmar: Con unas 23.000 toneladas métricas, este país ha surgido como un productor relevante, especialmente de Tierras raras pesadas, muchas de las cuales se exportan a China. Su producción ha aumentado significativamente en la última década.

Australia: Produjo alrededor de 18,000 toneladas métricas, liderada por la mina Mount Weld de Lynas Corporation. Australia busca expandir su rol como proveedor alternativo a China, con planes para aumentar la producción en 2025.

Tailandia: Con unas 8.000 toneladas métricas, ha duplicado su producción en pocos años, aunque sus reservas totales no están bien documentadas. Es un actor emergente en el mercado.

Madagascar: Alrededor de 5.000 toneladas métricas, con un crecimiento impulsado por nuevos proyectos.

India: Cerca de 3.000 toneladas métricas, a pesar de tener reservas significativas, su producción sigue siendo limitada respecto a su potencial.

Estos datos reflejan la concentración de la producción en unas pocas naciones, con China a la cabeza por un margen enorme. Sin embargo, países como Vietnam (22 millones de toneladas en reservas) y Brasil (21 millones) tienen un potencial enorme, aunque su producción actual es mínima (Vietnam con menos de 1.000 toneladas y Brasil casi inexistente en términos comerciales). La tendencia para 2025 sugiere que EE.UU. y Australia podría aumentar su cuota, mientras China mantiene su dominio, ajustando cuotas para controlar el mercado global.

El desafío ambiental y tecnológico

Extraer y refinar Tierras raras es un proceso sucio. 

Los métodos tradicionales requieren grandes cantidades de químicos tóxicos y producen desechos radiactivos, como el torio. Como respuesta, empresas y gobiernos están invirtiendo en tecnologías más limpias y en el reciclaje de estos elementos a partir de dispositivos de electrónicos desechados. Sin embargo, el reciclaje aún representa menos del 5% del suministro global, lo que subraya la necesidad de innovación.

Futuro y presente de las Tierras raras

La transición hacia energías renovables y la digitalización han disparado la demanda de estos elementos y son un recurso estratégico. Las Tierras raras no solo son un pilar de la tecnología moderna, sino también un tablero de ajedrez geopolítico. Su control determinará quién liderará la revolución tecnológica y energética en las próximas décadas. Mientras tanto, el desafío es claro: encontrar un equilibrio entre la demanda insaciable del mundo, la sostenibilidad ambiental y la estabilidad global.

Por ahora, estos elementos siguen siendo un tesoro oculto bajo la superficie, tanto literal como figurativamente, que continuará dando forma al futuro de la humanidad.

Las Tierras raras están en forma abundante en la corteza terrestre. Son muy difíciles de procesar y su extracción es contaminante. Y están en todos los aparatos electrónicos que ves a tu alrededor.

 


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