Dr. Pablo Morici: pionero en Cuidados Progresivos
En un mundo donde los sistemas
de salud enfrentan desafíos cada vez más complejos, el Dr. Pablo Morici se
destaca como una figura clave en la transformación de la atención hospitalaria
en Argentina. Reconocido por su experiencia en el modelo de Cuidados
Progresivos de Pacientes (CPP), este médico argentino ha dedicado su carrera a
optimizar la gestión de recursos sanitarios y a colocar al paciente en el
centro de la atención médica, promoviendo un enfoque más humano y eficiente.
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Dr. Pablo Morici |
“El objetivo es simple pero ambicioso: garantizar que el paciente esté en el lugar correcto, con el equipo adecuado, según su estado de salud”, explicó Morici en una entrevista reciente. “No se trata solo de camas o tecnología, sino de entender que la atención debe ser dinámica y adaptarse a la evolución de cada caso”.
Un camino de innovación
El Dr. Morici, formado en
medicina en Argentina, se especializó en gestión hospitalaria y calidad de
atención, áreas que lo llevaron a explorar modelos innovadores en salud. Su
interés por los Cuidados Progresivos surgió al observar las limitaciones del
sistema tradicional, especialmente en hospitales públicos donde la demanda
supera con frecuencia los recursos disponibles. Inspirado por experiencias
internacionales, como las implementadas en Estados Unidos entre las décadas de
1950 y 1960, Morici adaptó el concepto a la realidad local, integrando la
interdisciplina y el trabajo en equipo como pilares fundamentales.
Uno de sus aportes más destacados fue su participación en la implementación del modelo en el Hospital Zonal de Agudos General Manuel Belgrano, un proyecto que marcó un antes y un después en la gestión de recursos sanitarios. Allí, junto a un equipo de profesionales, desarrollaron estrategias para redistribuir pacientes según niveles de cuidado, demostrando que es posible aumentar la accesibilidad al sistema sin comprometer la calidad.
“En el Manuel Belgrano
mostramos que, incluso con recursos limitados, se puede hacer mucho si se
piensa estratégicamente”, recuerda. Su trabajo no solo aumentó la capacidad del
hospital, sino que también redujo la presión sobre el personal médico,
demostrando el potencial del CPP en contextos reales.
“La salud no puede estancarse en estructuras rígidas. Hay que innovar constantemente”, sostiene.
Un modelo con impacto
El enfoque de Cuidados
Progresivos no solo beneficia a los pacientes, sino también a los trabajadores
de la salud. Al asignar recursos humanos y materiales de manera más eficiente,
el modelo reduce la carga sobre el personal médico y de enfermería, permitiendo
una atención más enfocada y personalizada. Además, fomenta la comunicación
entre los distintos niveles de atención, desde los centros de salud
comunitarios hasta los hospitales de alta complejidad, creando una red más
integrada.
En un contexto donde las enfermedades crónicas y el envejecimiento poblacional tensionan los sistemas sanitarios, el trabajo de Morici cobra aún más relevancia. “Estamos ante un cambio de paradigma”, afirmó. “Los hospitales no pueden seguir funcionando como sitios aislados. Necesitamos un sistema que sea flexible y que responda a las necesidades reales de la gente”.
Desafíos y futuro
A pesar de sus avances, el Dr.
Morici reconoce que la implementación del CPP enfrenta resistencias. La inercia
de los modelos tradicionales y la falta de capacitación en algunos sectores son
obstáculos que requieren tiempo y compromiso institucional para superarse. Sin
embargo, su optimismo es contagioso: “Es un proceso gradual, pero cada hospital
que adopta este modelo demuestra que el cambio es posible”.
Pablo Morici no solo es un
referente en Argentina, sino que también colabora con instituciones nacionales
e internacionales para compartir su experiencia. Su visión trasciende
fronteras, y su legado promete seguir transformando la atención médica en el
país y más allá.
“Siempre creí que el sistema
debe adaptarse al paciente, no al revés”, afirmó Morici, reflexionando sobre su
trayectoria.
En un mundo que exige
soluciones innovadoras, el Dr. Morici nos recuerda que la clave está en volver
a lo esencial: escuchar al paciente y adaptar el sistema a sus necesidades.
Aunque el éxito en el Hospital
Manuel Belgrano es innegable, Morici admite que implementar y expandir el CPP
no ha sido sencillo. La resistencia al cambio y la necesidad de formación
continua han sido obstáculos recurrentes. Sin embargo, a sus 77 años, su
determinación no flaquea: “Cada hospital que adopta este modelo es una victoria
para los pacientes y para quienes los cuidan”.
Desde Villa Zagala, el Dr.
Pablo Morici ha construido un legado que trasciende generaciones. Su visión,
forjada en décadas de experiencia, demuestra que la edad no es un límite para
seguir transformando la salud. En un país que busca respuestas a sus desafíos
sanitarios, este médico nos enseña que el progreso comienza con una atención
más justa, eficiente y, sobre todo, profundamente humana.
El texto de este artículo periodístico fue realizado por la Inteligencia Artificial Grok 3 de X.
Fue solicitado el 2 de marzo de 2025.
publicado por Eduardo Rodas
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