viernes, 11 de octubre de 2024

Villa Urquiza en 1967

Eduardo Rodas

Médico – Periodista científico

11 de octubre 2024 


La película escolar “ETAPA” nos revela

cómo era el vecindario hace medio siglo

Retrato de una Villa Urquiza inédita

Publicado en el Periódico EL BARRIO

Año 19 Nº 223 - Octubre de 2017- Páginas 1, 4, 5, 6 y 7

Por Marcelo Benini

Alumnos del Colegio Nº 12 “Reconquista” y del Liceo Nº 11 “Cornelio Saavedra”, que comparten sede en Av. Triunvirato 4992, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, filmaron en 1967 un corto experimental, de quince minutos de duración, para celebrar la finalización de sus estudios secundarios. Se trata de un registro audiovisual desconocido y de gran valor histórico sobre el barrio insignia de la Comuna 12.

 

Una inédita Villa Urquiza, documentada en 16 mm

“Me acuerdo cuando empecé el colegio. Hace mucho, pero quizás hace poco….”

La voz en off acompaña el ingreso de un estudiante algo “atropellado” al edificio escolar de Triunvirato 4992. De fondo se escucha vigorosa la “Marcha Triunfal”, el pasaje más reconocible de Aída, ópera de Giuseppe Verdi.

Se trata de uno de los momentos del cortometraje Etapa, filmado por alumnos del Colegio N1 12 Reconquista y del Liceo Nº 11 Cornelio Saavedra. La película fue realizada en 1967 por esta camada de egresados, agrupados bajo el nombre DOYON (apócope de Doce y Once) para el festival de fin de 5º año llevado a cabo en el Club Tiro Federal Argentino. Se trató de la primera experiencia fílmica realizada por alumnos del establecimiento educativo.

Filmada en 16 milímetros, luego pasada a Súper 8, después a formato VHS y finalmente digitalizada, la entrañable obra cinematográfica está cumpliendo medio siglo por estos días y puede verse en la página web de la Asociación de Ex Alumnos del Colegio Reconquista. “Este delirio lo llevamos a cabo dos años antes de que se concretara el Festival de Woodstock. Parece que estábamos inmersos en un cambio de paradigma que quizás no entendíamos mucho, pero del cual ya participábamos”, reflexiona el hoy médico obstetra y ginecólogo Eduardo Rodas, ex alumno del Reconquista y camarógrafo de un film con influencia hippie.

Graffiti con el título de la película

“Nosotros consumíamos cultura. Yo a los 16 años iba tres veces por semana al Lorraine para ver películas de Bergman. Estudié cine y soy escenógrafo. Escribí el guión de Etapa con su correspondiente formato a dos columnas, es decir imagen y sonido. Y filmamos con una máquina 16 milímetros que es un lujo, cuenta Carlos Fernández director y guionista de Etapa.

El diálogo con El Barrio se produce en el Café de la U, de Triunvirato y Roosevelt. Héctor Ginanni, integrante de la misma Promoción, fue el anfitrión del almuerzo que congrega al grupo de compañeros allí presente. Además de los mencionados Rodas y Fernández, participaron del encuentro el abogado Jorge Violini, uno de los protagonistas actorales y el médico veterinario Patricio Ghirardi, quien se perdió el festival por una beca en los Estados Unidos.


El Túnel del tiempo

Además del esfuerzo actoral desplegado por chicos de 17 y 18 años para no repetir tomas y ahorrar así metraje de película, debido a su alto costo, el corto refleja en sus casi quince minutos de duración cómo era la Villa Urquiza de hace 50 años.

Estas escenas cobran especial relevancia por estas horas, ya que el barrio celebra el 2 de

Taxi Siam di Tella
octubre su 130º aniversario: el carbonero entrando al colegio, Triunvirato adoquinada y doble mano, un Kaiser Carabela, taxis Siam Di Tella, colectivos de la época, la vieja estación ferroviaria y el arribo de un tren marrón, una clase con el Prof. Dr. Amadeo Ferri o un acto escolar en donde toca un conjunto beat. “Fue la primera vez que se logró que esa música moderna fuera interpretada por una banda integrada por alumnos del colegio”, cuenta un entusiasta Rodas.

En la realización de la película actuaron todos los integrantes de la promoción 1967 de los Colegios Reconquista y Saavedra.

Automóvil Kaiser Carabela
La ambientación estuvo a cargo del Arq. Roberto Fernández; los diseños pertenecen a la artista plástica Anikó Szabó, autora de una pintura naif que inmortalizó a la Estación Coghlan; y la musicalización en eventos es de Raúl Portal. Sí, es el que todos conocemos. Nosotros hacíamos los bailes en el Teatro del Altillo, en la calle Florida, y Raúl traía su grabador AKAI de cinta abierta y pasaba una música excelente. Además coordinaba los tonos bajos con las luces que él colocaba. Para la época era increíble. Abrevábamos en Anikó y Raúl porque eran disruptivos y nos daban bolilla, aunque nosotros éramos unos chicos. Hasta hicimos teatro debatido con Juan Carlos Gené en el Teatro ABC”, se enorgullece Fernández.

La vieja estación "Gral Urquiza"
y el arribo de un tren marrón


El narrador de la película es Daniel Coifman, luego médico psiquiatra, fallecido hace unos años. Su voz, junto con la música, fue grabada en un equipo Grundig de carretes abiertos. “Lo hicimos en la casa de él, en Villa Devoto. Pasamos tardes enteras buscando los temas”, agrega Rodas. La película fue proyectada por primera vez y única vez hasta hoy la noche del festival de los egresados sobre un telón colocado en el escenario. El proyector estaba atrás, por lo cual la cinta se colocó invertida para que de frente se viera al derecho. Esto se hizo para evitar tapar a los espectadores con el aparato.

La Av. Triunvirato empedrada y doble mano
Al fondo el antiguo edificio de la Escuela Gorriti
“Yo estaba atrás del escenario y Daniel en el medio del salón, cerca de los parlantes. Teníamos tres puntos de corte para acompasarnos, porque nunca el audio iba igual que la imagen -recuerda Rodas, ilustrando la complejidad de aquella aventura-. Si la imagen llegaba primero, paraba el proyector unos segundos. Si se aceleraba el audio, Daniel detenía el grabador. El resultado fue excelente”.

 

Cine experimental

El cortometraje fue realizado con una filmadora Paillard Bolex, que era a cuerda, como la que usaban los noticieros y que Rodas encontró en un ropero de su casa: “Era nueva. La había comprado mi padre, que no tenía ni idea de cómo se manejaba. El manual estaba en inglés, lo traduje de a poquito, hice una película de prueba y nos largamos con el proyecto Etapa. Usamos trípode y un fotómetro externo para ajustar la sensibilidad de la cámara. Como verás no hay zoom. Tenía una torreta con tres lentes. Las tomas en interiores y exteriores responden todas al guión que escribió Carlos Fernández: nos citábamos en el lugar y filmábamos.”

Una estanciera en la puerta del Colegio "Reconquista"
Las escenas dentro del colegio eran más complicadas. Los inquietos alumnos tenían que pedir autorización, ya que los equipos eran grandes y no podían filmar sin que las autoridades se enteraran. “Como nunca había pasado algo igual, no sabían que decirnos.

Finalmente logramos los permisos y el Dr. Amadeo Ferri, médico de Villa Urquiza e ídolo de todos nosotros, nos dejó grabar en una clase”, evoca Rodas con nostalgia y admiración por su profesor.

El revelado de los rollos -cinco en total- se realizó en Panamá, ya que no se hacía en el país. Y como eran carísimos, lo que se filmaba no se podía borrar ni volver a grabar. “En la toma con el auto, el alumno casi fue atropellado: el vehículo cruzó primero y el compañero llegó a la altura de la puerta. No había retoma. Y quedó así”, ejemplifica el camarógrafo.

Un colectivo de la época
Rodas se emociona al recordar los detalles de esta experiencia, que unió de por vida a sus protagonistas. “Fue una época muy intensa vivida por todos nosotros. Tanto que mis amigos de toda la vida son aquellos compañeros del secundario, entre quienes formamos familias, somos compadres y nuestros hijos y nietos siguen cultivando aquella vieja amistad. Creo que más no le podemos pedir a la vida”, resume.

 

Detrás de escena

Después del Festival en el Tiro Federal, el piberío de Villa Urquiza organizó el Baile de gala en el City Hotel de Buenos Aires. En ese momento era el mejor hotel de la ciudad. “Cuando lo fuimos a alquilar todavía me acuerdo la cara de la Secretaria del Gerente General: “¿Y ustedes qué quieren?”, preguntó. “Venimos a alquilar el Salón del Hotel”, fue la respuesta. La señora no entendía nada, pero no se podía negar: ya teníamos el dinero. Como éramos menores de edad no podíamos firmar el contrato. Entonces nos pidió que dos padres lo firmaran y quizás pensó que así nos sacaba de encima. Pero dos de nuestros queridos viejos lo firmaron. Y ahí fue la velada final”, recuerdan.

Los chicos recaudaron los fondos con picnics, torneos de fútbol, truco, ajedrez, rifas y sándwiches que vendían las chicas de la tarde en el patio del colegio a todos los alumnos, además de organizando los bailes de promoción. Se hacían en un salón de la Av. Constituyentes, en la Residencia Cristy, en el teatro del Altillo, en el Savoy Hotel y en casas particulares.

“A veces la barra de King, muchachos que eran más grandes que nosotros, irrumpía en los bailes y se pudría todo. Y ahí apelamos a los primeros mecanismos de seguridad. Nos cuidaba Buby, un amigo que pesaba 150 kilos”, explica Rodas y todos sonríen.

En 1965, cursando ya tercer año, los muchachos del Reconquista ya habían resuelto no hacer el viaje de egresados porque no todos los compañeros lo iban a poder financiar: muchos venían de hogares muy humildes. El tren traía alumnos de José León Suárez, Chilavert, San Martín….. Y en el barrio tampoco sobraba nada. “Entonces la decisión fue realizar actividades en las que todos pudiéramos participar y que nadie quedara afuera por cuestiones económicas”, revela Fernández.

Un carbonero bajando carbón para el Colegio "Reconquista"
Resolvieron seguir la tradición de las promociones anteriores y realizar el festival de fin de 5º año. Estaba basado en sketches y asistían los padres, los profesores y los amigos. “Le agregamos la película Etapa y el baile en el City Hotel. Y para eso trabajamos dos años y medio. Desde la mitad de 3º hasta el final de 5º año”, informa Rodas.

Desde el punto de vista religioso, político y económico, el alumnado del colegio era muy ecléctico. Había hijos de obreros y de profesionales. La escuela púbica tenía un compromiso con la comunidad y un prestigio educativo. Para ingresar al Reconquista había que rendir examen de ingreso y el que no aprobaba iba al colegio privado.

DOYON 67 funcionaba con tres delegados por división elegidos democráticamente por los compañeros: se formó una Comisión Directiva y los chicos redactaron un reglamento. “Todavía conservo el Libro de Actas con todas las reuniones. Me tocó ser el Presidente de la Comisión Directiva de DOYON 67 durante esos dos años y medio. Quizás por eso guardé la película y todos estos tesoros de juventud”, razona Rodas.

 

DOYON 2017

La noticia social, llegada al periódico en forma de gacetilla, cuenta que los ex alumnos de los Colegios Nº 12 "Reconquista” y Nº 11 “Cornelio de Saavedra” festejarán su día el sábado 28 de octubre a las 17 en el salón de Actos de la sede de Triunvirato 4992. Este año celebran las Bodas de Oro los bachilleres de la ahora célebre Promoción DOYON 67.

Durante el transcurso del acto se pasará por primera vez en forma pública, luego de 50 años, la película Etapa.

“Para esta reunión vamos a ser entre 65 y 70 compañeros. Vendrán desde Bruselas, Cádiz, Israel, Nueva York, Miami y de distintos lugares del interior del país. Con algunos de ellos nos reencontraremos después de 50 años. Será muy fuerte volver a proyectar la película”, anticipa Rodas y damos fe de ello. Es una obra emocionante incluso para quienes no tenemos relación con esa época.

Los egresados el último día de clase
en la Plaza Esteban Echeverría


Como sucede con los grandes éxitos cinematográficos de Hollywood,
Etapa tuvo una secuela. La segunda parte se filmó cuando los “muchachos” cumplieron 25 años de egresados: la película dura cuatro minutos y muestra a los ex alumnos dando una vuelta alrededor de la Plaza Esteban Echeverría, ahora con la presencia de sus hijos. Ambos cortos pueden verse en la web y ya hubo compañeros que manifestaron su emoción al viajar en el tiempo. “Decidimos subir la película a Internet antes del acto para que el impacto no fuera tan fuerte, porque son muchas emociones juntas y ya estamos grandecitos -bromea Rodas-. Poder verla varias veces y tranquilo en tu casa te transporta a los recuedos imborrables de la adolescencia y también a poder compartirla con los hijos, los nietos, la familia y los amigos”.

La muchachada que le dijo adiós al colegio en 1967 reflexiona que, quizá al pertenecer a una generación disruptiva y vivir inserta en un cambio de paradigma social, no le dio a la película el valor que indudablemente tiene. Tuvimos el privilegio de que a los 14 años un profesor de dibujo nos llevara al Instituto Di Tella. Ahí vimos por primera vez la saga de Juanito Laguna y Ramona Montiel pintados por Antonio Berni. Vivimos la aparición de los anticonceptivos, los jeans, las medias de colores, los asesinatos de Kennedy y Martin Luther King, el nacimiento de los Beatles en 1963…. Por eso termina la película con el tema Help (N. de la R.: YouTube obligó a quitar la canción del video en resguardo de los derechos de autor): estábamos pidiendo ayuda para el futuro que se avecinaba y el colegio secundario nos dejaba de proteger”, dice Rodas.

El miedo al futuro era infundado: la mayoría de los egresados del Colegio Reconquista estaba formada intelectualmente para el éxito y por eso se destacaron luego en sus vidas profesionales y laborales. Sin ir más lejos, dos sillas de la Academia Nacional de Medicina están ocupadas por ex alumnos del Reconquista: Raúl de los Santos y Julio Ravioli. Y casi todos los miembros de DOYON 67 trascendieron en sus vidas.

 

The end

Etapa finaliza con los chicos corriendo desde el Reconquista hacia la Plaza Echeverría, con la voz en off relatando las confusas emociones y justo antes de que comience a sonar Help, clásico de Los Beatles: “Y en el último día damos forma a nuestros recuerdos, remontamos estos años de colegio como si ahora de pronto no quisiéramos irnos. Y así nos aferramos entre todos y gritamos, gritamos por la calle, por la plaza, a través de todo Urquiza, como cerrando el ciclo de todas las mañanas silenciosas cuando veníamos caminando para el colegio por las calles casi dormidas. Por las mismas calles y baldosas y con la misma gente tempranera. O como nosotros mismos mañana, yendo al trabajo, a la Facultad, a cualquier parte….”


Para ver las películas ETAPA 1 y ETAPA 2 haga click AQUI

 

lunes, 23 de septiembre de 2024

Un lápiz, un diamante y el grafeno

 

Un lápiz, un diamante y el grafeno

por Eduardo Rodas

Médico – Periodista científico

23 de setiembre 2024

 

Un lápiz, un diamante y el grafeno tienen en común que están hecho con carbono.

El carbono es muy común en la naturaleza y el 18 % del cuerpo humano está hecho con carbono.

Cuando el carbono se organiza en una única capa de átomos tenemos el material llamado grafeno y cuando se organiza en capas de dos dimensiones débilmente unidas tenemos el grafito con el que se fabrican las minas de los lápices.

Cuando el carbono se empaqueta densamente en una estructura de tres dimensiones tenemos un diamante.

Y el carbono no deja de darnos sorpresas.

Cuando esta monocapa de átomos de carbono se disponen en una estructura hexagonal similar a un panal de abejas, tiene propiedades extraordinarias que está comenzando a revolucionar diversas industrias por las propiedades que distinguen a este material llamado grafeno.

Y esta disposición única le otorga propiedades extraordinarias que lo convierten en algo único e innovador.

El grafeno es muy liviano y muy resistente. Es 200 veces más resistente que el acero y es 5 veces más liviano que el aluminio.

Es flexible, se puede doblar y enrollar como si fuera papel; y es transparente permitiendo el paso de la luz casi en su totalidad.

Tiene una alta conductibilidad eléctrica por lo cual es un excelente conductor de la electricidad y lo hace muy útil para las aplicaciones en electrónica y en materiales conductores.

Al ser muy liviano y resistente se puede utilizar para la fabricación de aviones, automóviles y muchos otros tipos de vehículos.

Por su transparencia y sensibilidad a la conducción eléctrica puede ser utilizado en el desarrollo de pantallas táctiles y teléfonos móviles que se pueden colocar alrededor de la muñeca del usuario como si fuera una pulsera.

Es biocompatible. No es tóxico ni produce reacciones alérgicas en tejidos vivos. Y además se autoregenera.

La biocompatibilidad le permite ser utilizado en implantes biomédicos, crear sensores para detectar enfermedades y sistemas para administrar medicamentos.

Su capacidad para autoregenerarse al atraer átomos de carbono vecinos, abre un inmenso campo en la medicina. Nuria Campos Alfaraz, investigadora del ITMA Materials Technology con sede en Avilés, España, nos señala que se ha demostrado que el grafeno por su alto contenido en carbono es un material que estimula el crecimiento de las células, lo que lo convierte en un sustrato con un potencial muy interesante para la medicina regenerativa. Para esto, los científicos asturianos han creado espumas de grafeno capaces de promover el crecimiento celular.

Para la desalinización del agua se pueden utilizar láminas de grafeno con poros muy pequeños.  Pueden pasar las moléculas de agua pero no las de sal. Y se podrían sustituir las membranas actuales en el proceso de ósmosis inversa para la creación de agua potable.

Investigadores de la Universidad de Cambridge lograron que el grafeno fuera capaz de captar una gran cantidad de luz, por lo que se puede utilizar en la creación de cables de fibra óptica muy veloces: los electrones se desplazan muy rápidamente en él. Puede implementarse en el área de las telecomunicaciones para la instalación de redes más veloces aumentando la capacidad y la rapidez de internet, la telefonía móvil y de todas las comunicaciones que se realizan en nuestro planeta.

Por sus propiedades se podrían crear superbaterías eléctricas y el litio podría ser reemplazado dentro pocos años por el grafeno para la construcción de baterías eléctricas. Estas baterías de grafeno tendrían más duración y las cargas eléctricas serían más espaciadas en los teléfonos móviles, las computadoras portátiles, las tabletas y hasta en los automóviles eléctricos.

Si bien el grafeno se conoce desde 1930 fueron dos científicos los que lograron en el año 2004 estabilizar el material del grafeno y producirlo a temperatura ambiente. Ellos son Andre Geim quien es un científico ruso nacionalizado en los Países Bajos y Konstantin Novoselov, también científico ruso, y nacionalizado británico. Ambos son Físicos y estudiaron su carrera en Rusia. Ahora son profesores de la Universidad de Manchester en Gran Bretaña.

Por este descubrimiento lograron el Premio Nobel de Física en el 2010 y es la primera vez que transcurre un tiempo tan corto entre el hallazgo científico y el otorgamiento del Premio Nobel.

Bienvenidos al mundo del grafeno !!!!

sábado, 24 de agosto de 2024

Cruzando el puente

Fotografía: de Juana Trípodi Rodas ©
2024

 por Eduardo Rodas

Médico - Periodista científico

24 de agosto 2024

Cruzando el puente

Durante más de 50 años como médico he tenido la oportunidad de escuchar cientos y cientos de clases, debates, entrevistas y conferencias sobre temas médicos. Y debo reconocer que esta es la que más me ha impactado: por su claridad y su precisión conceptual abordando temas casi desconocidos en nuestro quehacer diario.

En el libro El Corazón es Consciente se nos invita a cruzar un puente que muchos médicos formados en la alopatía tradicional estamos visualizando que es necesario comenzarlo a transitar.

El Médico Cardiólogo Dr. Martín Lombardero, en los 50 minutos de esta excelente entrevista, expresa con sencillez y profundidad los primeros pasos para que ello ocurra.

No deje de verla.

 

Entrevista del abogado y periodista Luis Novaresio al Dr. Martín Lombardero

El Dr. Martín Lombardero nació en Buenos Aires en 1962. Cursó sus estudios de medicina en la Universidad de Buenos Aires. Luego se formó como cardiólogo en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), donde hizo la Residencia de Cardiología, habiendo sido Jefe de Residentes, Staff y Jefe del Laboratorio de Ultrasonido Cardiovascular entre los años 1990 y 2007.

Con más de 30 años de trayectoria en imagen cardíaca, brindó también sus servicios en el CEMIC y fue jefe de Imagen Cardíaca de los Sanatorios de la Trinidad Palermo, Trinidad San Isidro y Trinidad Ramos Mejía durante más de 15 años.

Con reconocida y extensa actividad docente, creó y dirigió 31 cursos y congresos de imagen cardíaca de carácter nacional e internacional.

Dio más de 200 clases/conferencias internacionales y formó, en 30 años, a más de 500 cardiólogos en la especialidad de imagen cardíaca.

Es miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), Felow de la Sociedad de Imágenes Cardiovasculares de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SISIAC), Profesor universitario de la UBA /SAC con más 20 años de trayectoria y miembro del comité de revisión de la revista científica internacional RETIC/SISIAC.

En su rol de investigador, presentó múltiples trabajos en congresos científicos, algunos de ellos premiados y otros nominados a premios.

Actualmente, es interconsultor en Imagen Cardíaca en Trinidad Medical Center Palermo, Trinidad Medical Center San Isidro, Jefe de Imagen Cardíaca del Sanatorio Trinidad Ramos, y Jefe de Imagen Cardíaca del Centro de Prevención & Diagnóstico Cardiovascular Pilar (Office Park), Buenos Aires. Argentina.

 

 

jueves, 22 de agosto de 2024

¿Qué es el Ikigai?

 por Eduardo Rodas

Médico - Periodista científico

22 de agosto 2024

¿Qué es el Ikigai?

La razón por la cual una sola palabra en japonés tiene un significado muy profundo se debe a varios factores culturales e históricos.

Los japoneses valoran la belleza y lo conciso que pueda ser el lenguaje. Una palabra única puede evocar por ejemplo una imagen vívida de belleza, una emoción profunda, un concepto complicado de gestión y calidad y lo hace de manera más efectiva que una larga frase.

Waba-sabi, Komorebi, Yügen, Kaizen, Ikigai, son algunas de esas palabras.

Ikigai se refiere al concepto que puede servir para vivir más y mejor. Puede definirse como “la razón para vivir” o “la razón de ser”, lo que hace que la vida valga la pena ser vivida.

No todos los días nos levantamos motivados para estar al 100%. Hay días en los que quisiéramos tomarnos una pausa. Para retomar las labores y recuperar la energía se aplica este concepto japonés: el Ikigai.

El término ikigai se compone de dos palabras japonesas: iki, que se refiere a la vida, y kai, que da lugar a gai que significa “la realización de lo que uno espera y desea”.

Juntas, estas definiciones crean el concepto de “una razón para vivir” o la idea de tener un propósito en la vida, según un artículo del Foro Económico Mundial escrito por Laura Oliver.

¿Se puede encontrar la “razón para vivir”?

Según expertos del Foro Económico Mundial recomiendan comenzar con cuatro preguntas: ¿qué ama? ¿en qué es bueno?, ¿qué necesita el mundo de usted?, ¿qué puede hacer para que le paguen?

Encontrar estas respuestas y un equilibrio entre estas cuatro áreas podría ser un camino hacia el ikigai para los occidentales que buscan una interpretación rápida de esta filosofía.

Sin embargo, en la cultura japonesa, ikigai es un proceso más lento y, sobre todo, no tiene nada que ver con el trabajo o los ingresos.

El profesor de antropología de la Universidad China de Hong Kong, Gordon Matthews, señaló que el ikigai probablemente conducirá a una vida mejor “porque tendrá algo por qué vivir y que no es algo grandioso ni extraordinario, es algo bastante práctico”.

Los investigadores señalan que el ikigai puede cambiar con la edad. Para una persona cuyo trabajo es su razón de vivir, esto cambiará cuando se acerque a la jubilación y comience la búsqueda de un nuevo ikigai.

Todo el mundo, de acuerdo a la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere una búsqueda interior, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda se considera de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae sentido a la vida, y a su vez un motivo de satisfacción con la misma.

El ikigai se puede representar gráficamente como un diagrama de Venn con cuatro elementos: lo que a una persona le gusta, lo que una persona sabe hacer bien, lo que el mundo necesita y aquello por lo que se puede recibir una recompensa. Cuando estos cuatro elementos se superponen, esa persona habría encontrado su ikigai. Y de esta manera se entrelazan su Misión, su Pasión, su Profesión y su Vocación.

Okinawa es una ciudad que se mueve a un ritmo distinto al resto de las ciudades japonesas. En la cultura de esta ciudad, el ikigai se concibe como una razón para disfrutar de la vida.

En un estudio realizado en colaboración entre la National Geographic y el National Institute on Aging para analizar los secretos de la longevidad en lugares con alta esperanza de vida, Dan Buettner sugirió que el ikigai era una de las razones por las que la gente de Okinawa tenía una alta longevidad media.

Kobayashi Tsukasa escribe que la gente puede sentir el auténtico ikigai cuando sobre la base de una madurez personal, de la satisfacción de diversos deseos, del amor y la felicidad que se encuentra con los demás y con un sentido valor de la vida, se avanza hacia la autorrealización.

Según los japoneses, todo el mundo tiene un ikigai, un motivo para existir. Algunos lo han encontrado y son conscientes de ello; otros lo llevan dentro, pero todavía lo está buscando.

Y la cultura del ikigai sería uno de los secretos para una vida larga, joven y feliz como las que llevan los habitantes de Okinawa, la isla con la población más longeva del mundo.

Las 10 reglas del ikigai son:

1. Mantente siempre activo

Nunca te retires. Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral “oficial”, es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.

2. Tómatelo con calma

Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: “Caminando despacio se llega lejos”. Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.

3. No comas hasta llenarte

También en la alimentación para una vida larga, “menos es más”. Según la ley del 80%, para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.

4. Rodéate de buenos amigos

Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar... En suma, vivir.

5. Ponte en forma para tu próximo cumpleaños

El agua se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.

6. Sonríe

Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.

7. Reconecta con la naturaleza

Aunque la mayoría de seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza. Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma.

8. Da las gracias

A la Vida, a tus antepasados, a la naturaleza que te provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.

9. Vive el momento

Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.

10. Disfruta de tu música preferida, la música activa tus sentidos más que cualquier actividad.

 

Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo.

Estamos próximos a la Primavera que representa a la vida e ilumina el corazón con sueños, esperanzas e ilusiones. ¿Ya sabes cuál es tu ikigai?


sábado, 3 de agosto de 2024

Murió pero está entre nosotros

 por Felisindo Rodríguez

Farmacéutico Industrial

Egresado de la Facultad de Farmacia y Bioquímica. Universidad de Buenos Aires

Ex Director Técnico y de Operaciones 

de un importante Laboratorio Medicinal de Argentina durante 39 años

publicado el 3 de agosto 2024


MURIÓ PERO ESTÁ ENTRE NOSOTROS

 La vida digital después de la muerte

En nuestra constante búsqueda de trascendencia, anhelamos dejar una huella significativa a lo largo de nuestras vidas. Esta búsqueda de legado se manifiesta en nuestro deseo de ser recordados por nuestros éxitos, nuestros valores, nuestras relaciones afectivas y nuestros descubrimientos.

Foto del autor
Buscamos, en última instancia, poder mirar atrás y sentir que nuestra vida tuvo un propósito: que nuestro paso por el mundo no fue en vano, que vivimos con intensidad, luchamos con determinación y experimentamos la plenitud, ya sea en la felicidad o en la adversidad. La búsqueda de un legado es, así, una parte esencial de lo que define nuestra existencia y le da valor.

Por otro lado, también deseamos que la vida de nuestras personas afectivamente cercanas -ya sean madres, padres, hijos, esposos, amantes o amigos- que llenan nuestras vidas de emociones, afectos y recuerdos, permanezca cerca durante mucho tiempo. 

La muerte, sin embargo, rompe esa expectativa y trunca ese deseo de permanencia. Después del dolor de la partida, nos quedan los recuerdos que lentamente se desvanecen: objetos, fotos y videos que nos hablan de lo que fue y que, a menudo, solo acentúan el dolor de la pérdida.

Desde tiempos antiguos, el ser humano ha buscado inmortalizar lo que ama. Desde la escultura y la pintura hasta la fotografía y el cine, hemos intentado conservar de alguna manera los recuerdos de aquello que amamos o admiramos. Basta con observar el rostro iluminado de unos padres viendo jugar a sus hijos pequeños en la playa para comprender cómo el recuerdo y la emoción están ligados a los sonidos y las imágenes, y cómo estos medios son únicos para transmitirlos en la actualidad.

Sin embargo, la aceleración tecnológica de nuestros tiempos está cambiando radicalmente esta dinámica. Las innovaciones en inteligencia artificial (IA) están transformando nuestra relación con la memoria y el legado. La IA, que se desarrolla a un ritmo vertiginoso, nos sorprende constantemente con avances que casi parecen salidos de la ciencia ficción.

A lo largo de la historia reciente, hemos visto intentos de conservar la esencia de una persona fallecida a través de videos y grabaciones que reflejan su vida. Aunque más sofisticado que un álbum de fotos, esto sigue siendo una representación bastante limitada. No obstante, las tecnologías emergentes prometen llevar esta idea a un nivel completamente nuevo.

Actualmente, las IA tienen la capacidad de procesar grandes cantidades de información, evaluar y relacionar imágenes, y manejar el lenguaje en múltiples idiomas. Pueden imitar voces con gran precisión y generar imágenes hiperrealistas. Estos avances nos permiten crear representaciones digitales muy fieles de una persona, basadas en fotos, audios, videos y otros datos personales.

Imaginemos un sistema que combina estas capacidades: si cargamos en él todas las fotos, audios, videos, trabajos y la historia personal de una persona fallecida, y si además generamos un video con características físicas y faciales exactas de esa persona, la IA podría asumir el rol de esa persona de manera convincente. Este "avatar digital" podría interactuar con nosotros, hablar con nuestras voces, y responder a nuestras preguntas, creando una experiencia tan real que podríamos dudar de su autenticidad.

Las implicaciones éticas y emocionales de estas tecnologías son profundas. Por un lado, podrían ofrecer consuelo y un sentido de cercanía con nuestros seres queridos que han partido. Por otro, plantean preguntas sobre la naturaleza de la identidad y la memoria, y cómo manejaremos la interacción con estos "residuos digitales" de quienes ya no están con nosotros.

La vida digital después de la muerte, entonces, se está convirtiendo en una nueva frontera en nuestra búsqueda de trascendencia, y la tecnología, una herramienta poderosa en este camino hacia la inmortalidad virtual.

La fe puede atenuar el dolor de la pérdida y otorgarle un sentido profundo, ofreciendo consuelo y esperanza en medio del sufrimiento. Sin embargo, la separación temporal sigue siendo una fuente de dolor, incluso para los más creyentes. En este contexto, surge la pregunta: ¿podrá la tecnología ofrecer un camino de consuelo mientras esperamos el encuentro final? En una era donde las fronteras entre lo digital y lo real se desdibujan, es posible que estas innovaciones proporcionen una forma de conexión que, aunque no sustituya la presencia física, nos ayude a encontrar paz y consuelo en la espera. 

La posibilidad de interactuar con las memorias digitales de nuestros seres queridos puede ser un recurso valioso, pero también plantea preguntas sobre la naturaleza del consuelo y la forma en que buscamos sanar nuestras heridas emocionales. En última instancia, solo el tiempo dirá cómo estas herramientas influirán en nuestra experiencia del duelo y la esperanza de reencuentro.

Referencias:

https://www.bluradio.com/tecnologia/inteligencia-artificial-y-la-comunicacion-con-los-muertos-una-herramienta-rodeada-de-dudas-cb20


Publicado en finitytime.blogspot.com el 2 de agosto de 2024





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